lunes, 27 de junio de 2011

A los niños se les enseñan muchas cosas. Los que se pelean se aman. Nunca trates de cortarte el pelo solo. Hay que respetar a los mayores. No te ensucies cuando juegues. Un día conocerás a la persona de tus sueños y serán felices para siempre.
Cada película que vemos y cada historia que nos cuentan., imploran que esperemos a esa persona, al amor de nuestras vida. En el tercer acto, un giro inesperado ¿Un giro inesperado? La declaración de amor. La excepción a la regla.
A veces nos concentramos tanto en ese final feliz que nos inculcan de chiquitos que no aprendemos a interpretar las señales, a diferenciar entre los que nos quieren y los que no, entre los que se van a quedar y los que se van a ir.
Quizás el final feliz sos vos, solo, recogiendo lo que quedo y volviendo a empezar. Liberándote para encontrar algo mejor en el futuro. Quizás el final feliz solo consiste en seguir. O quizás este es el final feliz; saber que a pesar de todas las llamadas y los corazones rotos, a pesar de todos los errores y las señales malinterpretadas, a pesar de todo el dolor y la vergüenza, vos nunca, nunca, perdiste la esperanza.

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